viernes, 10 de junio de 2011

RESEÑA. PARTE III

Todos los lugares, un lugar
Susana Lizzi

Si bien es cierto que el nuevo orden que proponen las comunidades virtuales está relacionado con el no-lugar, en tanto no está referido a un espacio concreto,  también es cierto que han inaugurado nuevos modos de relación y propician la comunión de horarios y geografías para llevar a cabo empresas que, de otro modo, serían imposibles en el mundo moderno, posibilitado por las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). “Tecnológicamente, están dadas las condiciones para desarrollar destrezas que nos permitan producir y gestionar información y compartirla de manera abierta con otros, de manera económica y rápida. Las posibilidades de comunicación e interacción[1]”. Construir nuestro Ser digital en la Red merced a la interacción que nos permiten desde la Web 2.0 las redes sociales es una tarea de la que hay que tomar conciencia, ya que la posibilidad de desarrollar el espacio en el que nos “movemos” y damos a conocer ha ampliado sus horizontes de manera exponencial. Es importante que utilicemos esta nueva concepción de identidad para animar a nuestros alumnos en la búsqueda del conocimiento. Las comunidades de aprendizaje se amplían y se vuelven, necesariamente, participativas y colaborativas. Esta carrera en la UNL, por ejemplo, se hace posible porque permite manejar los horarios  mientras provee conexiones de acceso a recursos, relaciones, material que nos acercan virtualmente al conocimiento. Es interesante la concepción de telépolis, de Echeverría[2], referida a la transformación del espacio-tiempo, la modificación profunda de las actividades sociales y humanas, que inciden en la vida íntima y en las actividades privadas. Todo esto sumado a la utilización de un e-lenguaje que adquiere dimensiones universales y que, será necesario, poner a disposición del alumno los beneficios de las TICs, para lo cual, a los profesores no nos queda otra alternativa que conocerlas desde un lugar de apropiación.  




[1] Santamaría Sergio Ortega, Gacitúa Araneda Juan Carlos. Espacios interactivos de comunicación
y aprendizaje. La construcción de identidades. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento. Disponible en http://rusc.uoc.edu
[2] Echeverría Javier. Impacto Cultural, Social y Lingüístico de las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). Disponible en OEI - Tres espacios lingüísticos - I Coloquio

domingo, 5 de junio de 2011

RESEÑA. PARTE II

La misma Universidad, una nueva dimensión
Por Ana Thavonat
 
En 1919 se creó la Universidad del Litoral, y a partir de entonces, y por espacio de varias décadas, la forma de acceder a la educación profesional se hizo, como también se continúa haciendo, a través de un sistema de relaciones entre los distintos actores universitarios que tiene una característica común: es cara a cara.
Sin embargo, tras el surgimiento de Internet, la UNL se transformó ante un nuevo escenario de de posibilidades,  específicamente en 1999.  Desde entonces, los espacios tradicionales de aprendizaje coexisten, con los sitios virtuales, en los cuales,  mediante la apropiación de nuevas tecnologías para acceder al conocimiento,  las modalidades a distancia en cuanto a la localización geográfica de los actores y asincrónica en lo que se refiere a la temporalidad de las interacciones, otras personas pueden acceder a una sólida formación académica participando de la universidad virtual. Un espacio en el que el estudiante comparte con otros actores: docentes, coordinadores y tutores,  los caminos que la modalidad ofrece, en el marco de una propuesta democratizadora del acceso al conocimiento.
Al ingresar a la UNL virtual  desde el portal público www.unlvirtual.edu.ar, el usuario selecciona la opción a la que desea ingresar y así llega a la página principal del perfil donde se encuentra el acceso a un mapa de posibilidades: A) aulas virtuales en las cuales el estudiante realiza un proceso similar al del aula tradicional (preguntas,  trabajos prácticos, consultas, etc.) sólo que mediatizado, B) el espacio de coordinación académica,  a través del cual se puede entrar en contacto con el coordinador de la propuesta y consular aspectos relacionados con el cursado, las correlatividades, la planificación, entre otros. C) En atención al estudiante  se contemplan temas referidos a la gestión administrativa y sobre el uso de los campos virtuales que se canalizan en la figura del tutor del sistema (cupones, inscripciones, noticias) y finalmente D) un módulo de gestión académica y financiera que ofrece servicios autónomos relacionados con: inscripciones, cursado, exámenes, constancias, reportes, información académica de las materias. En cuanto a gestión financiera, impresión de cupones de pago. También, consultas sobre regularidad y calendario académico. Estos aspectos conforman el mapa del Campus Virtual de la UNL., que se define como La misma Universidad, una nueva dimensión.

lunes, 30 de mayo de 2011

RESEÑA. PARTE I

Matías Brossard
Dentro de los espacios virtuales de las redes sociales, uno de los grandes problemas que se presentan va más allá de las limitaciones tecnológicas y más acá de los defectos del carácter humano. La combinación de una horizontalidad completa y democrática (todos pueden opinar) sumado a una total o parcial anonimidad (un alias es un nombre fácilmente descartable) provoca que muchas veces la comunicación se distorsione de manera violenta.
Son conocidos los casos de amenazas, persecuciones y acosos virtuales. Muchas veces estos ataques son provocados por “trolls”, seudónimo para aquellos que explotan la libertad de la Internet cayendo en el libertinaje. Como han sostenido teóricos como Beatriz Sarlo, la posibilidad de que todos seamos escuchados parece democrática pero finalmente terminamos aceptando la necesidad de filtrar contenidos. Una comunicación productiva debe ser finalmente moderada en beneficio de aquellos que realmente desean intercambiar opiniones, diálogo y experiencias.
Teniendo en cuenta esta necesaria política de moderación, existe una sub-categoría de intercambios en las redes sociales: los campus virtuales. Un ejemplo de dichos espacios es el desarrollado por la UNL para sus ciclos de licenciaturas.
Como primer punto de análisis, entonces, es bueno entender las condiciones de trabajo que estos campus ofrecen. En estos espacios de comunicación tenemos, si se permite la expresión tan trillada, lo mejor de los mundos. Es decir, de los espacios de comunicación virtual tenemos la posibilidad del trabajo a distancia y la comunicación con pares que de otra manera no podríamos contactar. Incluimos dentro de estas ventajas también la posibilidad de organizar los horarios de manera asincrónica pero responsable. Del lado de las experiencias educativas tradicionales se transfiere un respaldo académico que valida el esfuerzo y una serie de estructuras que delimitan e identifican el espacio de comunicación junto a los miembros que lo utilizan. Cada alumno utiliza su nombre y su apellido, cada alumno participa siendo responsable y beneficiario de su participación, de esa manera la experiencia tiene todo el peso del sistema tradicional pero en un ambiente totalmente nuevo.
Para definir de manera más específica las capacidades de los campus virtuales, se puede utiliza la clasificación de Typaldos. Los principios de colaboración que este teórico sostiene son intrínsecos a la experiencia de los campus virtuales. Son especialmente notorios en este caso la reputación (sostenida por un historial de actividades y actitudes), las fronteras o límites (cuya importancia ya se remarcó) y la credibilidad (dada por la autoridad universitaria que promueve y sostiene la plataforma).

jueves, 26 de mayo de 2011

VIAJE VIRTUAL

Matías, Ana:
Aquí comienza nuestro recorrido por UNL virtual.
En este espacio elaboraremos colaborativamente la consigna que nos permitirá (eso esperamos) aprobar la asignatura...


Cariños